Reinventar el cuerpo y resucitar el alma

Estoy muy agradecida por las enseñanzas del profesor Mario Di Giacomo, tutor del seminario Análisis del Ser y la esencia, de Tomás de Aquino en la maestría de Filosofía de la UCAB. Según Aquino el cuerpo y el alma son uno solo, no podemos existir sin cuerpo y alma en conjunto. Nuestro cuerpo físico (forma) y espíritu (esencia) van de la mano hasta que dejamos de existir físicamente cuando morimos. Nuestra alma, sin embargo, puede trascender más allá de nuestro cuerpo. Afirma este filósofo que vinimos a este mundo a ser felices. Estoy segura de que ser feliz es el principal objetivo de este regalo llamado vida. 

¿Qué es ser feliz? Ser feliz es asumir que nacimos con una maleta de experiencias para vivir en nuestro paso por el mundo. Sin ser víctimas y volviéndonos arquitectos de nuestra propia historia, aceptando que la vida es corta y que el tiempo perdido jamás regresa. Ver milagros en las pequeñas cosas, sentir alegría en servir y ayudar a otros y agradeciendo todo con lo que hemos sido bendecidos espiritualmente. Dennis Prager en su libro “Happiness is a serious problem” (ser feliz es un problema serio) nos brinda un manual para mejorar nuestra naturaleza humana y ser felices. Pero es posible que estemos vivos con el cuerpo, el alma y el espíritu desconectados y eso lo descubrí por experiencia propia. Y entonces, ¿cómo integrar nuestro cuerpo, alma y espíritu?.

Quiero contarles mi historia de cómo reinventé mi cuerpo y resucité mi alma, dejé mis creencias limitantes y conecté mi cuerpo con mi inteligencia divina para manifestar  estar sana y vivir la vida que decidí tener de ahora en adelante. Tengo la certeza de que ser feliz es una decisión de vida y sanar es un llamado a saldar algo pendiente en nuestra vida. Quiero reconocer e incorporar en este texto a cada una de las personas, grupos, prácticas, aprendizajes, libros y hasta series Netflix que formaron parte de esta travesía de casi siete años.

Pasé varios días sometida a grandes dosis de cortisona para recuperar la movilidad muscular de mi rostro. Sin embargo, a pesar de haber logrado mover los músculos de mi cara aun habiéndola deformado la cortisona, no paró allí la cosa. Tan solo 15 días después de haber sido dada de alta tuve que ingresar nuevamente al Mercy Hospital para volver a someterme a la cortisona, ahora para atacar la parálisis de mi pie izquierdo. En esta oportunidad, además de la resonancia magnética, me sometí a una punción de la médula espinal para descartar la esclerosis múltiple. ¡Bingo! todos los síntomas indicaban esclerosis múltiple e inmediatamente inicié tratamiento con COPAXONE inyectado tres veces por semana. 

Comencé “Body Talk” con David Montiel quien realizaba esta práctica en The Chill Concept. Me dijo que la energía de mi cuerpo estaba desconectada de mis emociones. A la semana siguiente, Yoli Ripepi me hizo mi primera constelación familiar y lo primero que me pregunto fue: ¿quién es esa persona tóxica que vive contigo? Entonces me di cuenta que era mi marido y que me enfrentaba a un fuerte “virus emocional” que terminó con mi tercer divorcio en menos de 10 días. Desde ese momento me dispuse a encontrar el origen espiritual de la enfermedad de mi cuerpo. No solo seguí durante siete años con las constelaciones familiares, sino que vi las series y documentales de Netflix: Heal the Documentary, How to Change Your Mind, From Stress to Happyness, Surviving Death Another Self, entre otras. 

Durante los resultados de mi resonancia magnética de rutina del año 2012, la Dra. Butcher observó que mi mielina estaba disminuyendo de mi cerebro (vivía con un prolactinoma cerebral diagnosticado en el año 2000). Ella descartó Lupus en ese momento y se lo atribuimos a la menopausia quirúrgica que tenía desde el año 2001 cuando el Dr Poliakoff me hiciera  una histerectomía completa en el Mount Sinai de South Beach para remover un tumor cancerígeno (encapsulado) de mi útero y hasta terminé con una vagina reconstruida. En el año 2013 me caí, me resbalé en el estacionamiento de mi edificio y me di un golpe muy fuerte en la cadera derecha y pasé varios meses controlándome la inflamación y el dolor en la columna vertebral, entonces comenzó el hormigueo en mis pies. Fui donde el Dr. John Albornoz y cuando me dijo que tenía que dejar de usar tacones dejé de ir a verlo. ¡Primero muerta que sin tacones! Me tocó hacer un taller con Ismael Cala de “El Poder del Desapego” para sacar de mi closet 500 pares de tacones.

Según Barbara Brennan, “La enfermedad es una lección que nos damos a nosotros mismos para recordar quienes somos…”, es decir, que nosotros mismos somos capaces de enfermarnos y también somos capaces de sanarnos. Es una cuestión mental, el cerebro es un músculo y podemos entrenarlo. Así lo afirma Mayte Issa en su libro “Tu Éxito es Inevitable”.

Como no me gusta ser víctima ni depender de nadie demostré cuán resiliente soy. No solo inmigré a Miami con mis hijas evadiendo la persecución política bajo el alter ego de Nina Dotti, sino que me convertí además de galerista, artista, filántropa y coleccionista en ciudadana americana, investigadora, paralegal y escritora en los últimos siete años (2015-2022). Me resistí durante años  a creer que era esclerosis múltiple lo que tenía. Seguí viajando por todo el mundo, me volví a enamorar y estuve con mis hijas adolescentes “aborrecentes”. Mi hermano me definió como una palma porque me doblaba y me despeinaba pero no me quebraba. Eso sí, se alejó de mí la gente tóxica pensando que moriría. Sin embargo yo tenía que parar y no lo terminaba de hacer, yo era mi principal tóxico. Por cierto, les recomiendo el último libro de la Dra. Amor (Cecilia Alegría) “Del amor tóxico al amor extraordinario”, ella explica esto en 7 pasos. 

A medida que fui reinventando mi cuerpo empecé a resucitar mi alma y me volví a conectar con Dios pero a mi manera. Evalué mis creencias asumiendo ser judía mesiánica ( Judíos por Jesús ) y budista desde el año 2006, cuando Milagros Bello siendo mi shakubucu me inspiró a recibir mi gohonzon por la Soka Gakkai en Miami. 

Sin saberlo había comenzado el camino de las terapias de modificación de enfermedades como la esclerosis múltiple. 

En abril de 2021 mientras celebraba mi cumpleaños en New York, en el chat del Círculo de Presencia con Claudia Lara del grupo de escritoras latinoamericanas de Books and Books que fundé junto a la maravillosa Fefi Toll en 2015, me entero que Natalia Orsi publicó su nuevo libro “El Reflejo de Mi Alma”. Lo adquirí por Amazon en Kindle y me lo leí en 3 horas. Resulta que era la historia de Nati y de cómo superó su esclerosis múltiple. 

Me acababa de hacer mi resonancia  magnética (MRI) y le llevé al Dr. Gastón  mis imágenes. Ya estaba haciendo acupuntura dos veces por semana y tomando unas hierbas chinas que él me preparaba y tomaba todos los días. Robert me recibió con una lista de alimentos que podía comer y me terminé de quitar los carbohidratos y el azúcar. Me dijo que dejara de decir que tenía esclerosis múltiple, que mis lesiones cerebrales eran muy leves y que sanaría completamente. Me dio esperanza de vida y allí en ese instante volví a nacer. Me di cuenta de que debía terminar de integrar mi alma y espíritu con mi cuerpo. Comencé a mejorar notoriamente con los cambios de alimentación y las terapias de acupuntura. No obstante, volví con la Dra. Silvia Delgado, y a pesar de que tenía una nueva lesión solo recetó más medicamentos y me dijo que tenía que sentirme conforme porque yo estaba bien. El problema es que yo no quería estar “solo bien” sino sana. Entretanto seguía con Robert Gastón y dejé la TECFIDERA. Al fin y al cabo quería tratar la causa de la patología de mis síntomas de esclerosis múltiple. 

En los primeros días del  2022  contraje  COVID 19, recién me había aplicado la segunda vacuna el  8 de Diciembre del 2021. Se me paralizó el pie izquierdo y una tos seca, de resto fue como una gripe fuerte. El 23 de enero de  2022 se publicó un estudio donde afirmaba que el Epstein Barr causaba esclerosis múltiple. Entonces supuse que si yo me sometía a un tratamiento para eliminar las trazas de la mononucleosis de mi sistema inmunológico, entonces me curaría de la enfermedad.  Decidí aplicar al Medicare y declararme discapacitada para así aplicar a los tratamientos públicos experimentales. A finales de Febrero viajé a Ámsterdam, Madrid y Valencia. En el hotel Only You de Valencia me encontré con el kit del desvelo que brinda el ritual del buen soñador  con pequeñas acciones que te ayudan a conciliar el sueño. 

Continuaba con el entrenamiento diario con Andrés Bustamante en mi propio gimnasio en la casa y que me ayudaba a restablecer la mitocondria de mis células con mi proceso de neuroplasticidad y neurogénesis.  Continuaba meditando todos los días. 

Natalia Orsi ofreció entonces su taller de sanación llamado “Expandir Conciencia” y allí, además de hacer un ayuno y limpieza corporal de tres días, aprendí a crear mi propio altar y el uso de las frecuencias musicales para alinear mis Chakras. Ya mi amigo Carlos Cuellar Brown me había introducido años antes a su práctica de Sankalpa + Sound Journey . 

Por otra parte, comprendí que existían heridas y máscaras del alma. Y como dice Rumi: “tu  tarea es buscar y encontrar dentro de ti todas las barreras que has construido en tu contra”, siendo una herida aquel espacio por el cual entra la luz. Existen 5 heridas del alma que impiden ser uno mismo: rechazo, abandono, humillación, injusticia y traición. Le corresponden a estas: máscara de huida-herida: rechazo: máscara de adicción; herida de abandono; máscara de masoquismo: herida de humillación, máscara de la rigidez: herida de injusticia y máscara del controlador: herida de traición. En conclusión padecí de todas las heridas del alma y utilicé todas las máscaras, por eso no utilizo más la máscara de Nina Dotti; soy Andreina Fuentes Angarita. También decidí crear el podcast de Las Lupitas.

Pam, como no es médico, pide que busques uno si decides inscribirte en su programa que esté dispuesto a hacer seguimiento del proceso de desinfección incluyendo los exámenes recomendados. También pide 12 semanas en una dieta tipo Wildfit para no seguir alimentando al hongo y los parásitos. Me di cuenta de que ya tenía la parte de la alimentación adelantada y que era recomendable retomar mi relación con el Dr. Andrew Levinson y su práctica de Vitality Health and Wellness con una visión más holística de las enfermedades. Esa decisión fue fácil para mí porque desde 2015 junto al  Dr. Levinson ya hacía terapia de ozono, cámara hiperbárica, infusiones de vitaminas que me proporcionaban mayor energía para viajar y continuar con mi trabajo. Efectivamente fui a verlo y le hablé del programa Live Disease Free y aceptó hacerme todos los exámenes. Allí salió la infección de parásitos y la infección de hongo de la pared (Mold).

Pam Bartha me sugirió que hiciera el protocolo de desinfección de seis ciclos. Un anti parásitos  por 15 días, un antifungal por 15 días y una semana de descanso. ¿Ya hicieron los cálculos? Bueno, mínimo 6 meses de desintoxicación para matar a los bichitos instalados en mi sistema nervioso central. Restaurar toda la mielina que se comieron de mi cuerpo y remover las lesiones del cerebro, quizás otros seis meses más. Todo este proceso de sanación me ha llevado a enfrentarme y reconciliarme con los últimos 50 años de mi vida. Pero esto solo era el comienzo del resto de mi vida.

Pero esto no fue todo, me reencontré con el Dr. Higa, un médico acupunturista chino que llegó a Venezuela en 1983 tocando puerta por puerta para que le permitieran poner las agujas milagrosas para curar especialmente enfermedades emocionales. Mi abuela le abrió la puerta de su casa y además de quitarme el asma emocional el Dr. Higa realizó su práctica con todos vecinos de mi abuela en La Trinidad hasta que instaló su propio consultorio. Él fue mi mentor cuando tenía 16 años y estuvo presente en mi vida hasta que me vine a Miami. El Dr. Higa que ya es mayor, no se ha retirado sino que se reinventó y ahora realiza terapia biomagnética. Tratamientos con imanes que ayudan a la restauración y mantenimiento del equilibrio energético del cuerpo. Después de hablar con él decidí buscar en Miami con quien hacerme la terapia biomagnética y así conocí a Fabiana Alonso en el Instituto Dharma. Sin embargo todavía tenía que trabajar el resentimiento que tenía en mi corazón y así terminé haciendo mi árbol transgeneracional con Fabiana. Solo puedo decir que es una experiencia única y reparadora. Todavía había más secretos por descubrir en mi familia. 

Otra parte importante de mi proceso de sanación ha sido la  terapia de respuesta espiritual con Nati Pernia, antigua profesora de Yoga de The Chill Concept. La terapia de respuesta espiritual es una terapia que nos permite descubrir y deshacer (limpiar) las causas de programas que pueden estar bloqueando diversos aspectos espirituales de nuestra vida como prosperidad, relaciones y felicidad.  Es un péndulo que se proyecta por 32 gráficos donde se van definiendo los flujos de  energías y los bloqueos de salud sobre  todo lo que haga falta y limpiar. Es mágica esta terapia y Nati es una maestra experta. Con ella descubrí el poder regenerativo de los hongos en microdosis aunque ya he realizado varias sesiones de ketamina en Vitality Wellness. Además me suscribí al podcast de Erika de la Vega “En defensa propia” y a través de una de sus invitadas hice un taller de Hipnosis con Camila Healing.