Es la relación más complicada y compleja | Manifiesto GenX

No sé cómo será tu relación con la señora que te trajo al mundo. Desconozco si es de honra o de vergüenza, de orgullo o de decepción. Lo que sientes por ella es único, solo tuyo. Quizá tengas hermanos/as y ellos conozcan a una mamá diferente de la que tú tienes. Ya sabes, a tu hermana pequeña la consintió a más no poder y contigo era regaño, cachetadas y disciplina militar porque eras el varón. Tal vez si eres mujer tienes una mayor interdependencia con tu madre respecto a la fuerte conexión emocional que tiene ella con tu hermano. 

 Te puedo confesar que he escuchado un centenar de relatos personales donde la figura de la madre es de difícil procesamiento. Sé de autoestimas afectadas por la crítica mordaz sobre el cuerpo de una hija. Conozco de desvalorización masculina debido a los señalamientos constantes sobre el desarrollo profesional de un hijo. Así el mercadeo quiera vendernos que las rosas, los electrodomésticos o unos alegres mariachis nos hacen ver como un buen retoño, si no te llevas bien con tu progenitora no hay sino terapia por hacer.

¿Y qué sientes tú, de verdad, por la maternidad? ¿Eres acaso un buen hijo de manual de buenas costumbres filiales? Si eres madre, ¿cómo te comparas con la abuela de tu hijo? ¿Sientes que lo has hecho bien? ¿Si les preguntaran a tus hijos cómo eres como mamá, qué crees que dirían?

Con aquello de Dar la vida, educar, hacer hombres y mujeres de bien, sacar adelante y todas esas frases que se escuchan sobre las madres, hoy te invito a considerar el principal valor que crees que tienen las madres en la actualidad respecto a lo que creías cuando eras un adolescente. Te sugiero revisites qué evento en tu vida hizo que la relación con tu mamá hiciera aguas y amenazara en hundirse irremediablemente. ¿Cómo tú lo resolviste o si por el contrario fue ella la que orquestó la solución? Porque bueno, madre hay solo una y la que nos tocó se merece nuestro respeto.

Espero que converses más y le preguntes mucho a esa mujer que te dio la vida. Saber qué clase de niña, jovencita y dama fue te hará reconocer mejor su valía en tu historia de vida. Hazla recordar, apunta sus cuentos, fortalece la relación, tú también te mereces tener un vínculo sanado con tu madre.