El día que estaba planificado el nacimiento de su primer hijo, Amanda se levantó a las cuatro de la madrugada soñando con el canto de los gallos, como si la voz de algún profeta viniera allí, premonitoria, y pudiera borrar el inexorable destino que signa los embarazos por encargo en mujeres rotas emocionalmente. Amanda lleva en su vientre a Lázaro, el hijo—mercancía que sacará de los graves problemas económicos con que vive desde hace años, producto de las malas decisiones financieras de Alex, su marido.
—Es una completa locura los que estás haciendo, Amanda. Vas a parir una mercancía, ¿no te das cuenta? Hay que tener bolas para hacer semejante vaina, dijo Alex.
—Tú hablas como si se tratara de un pedazo de carne que pides en el frigorífico y que exquisitamente vas a devorar con tus colmillos animales y luego vomitas sin ningún tipo de sentimiento. Yo no. Yo hablo desde las entrañas del dolor, de quien necesita dar este paso para seguir sosteniendo la poca vida que tengo, bueno, si se puede llamar vida a esto. Sí, es una aberración, como aberrante es escucharte sin ningún tipo de responsabilidad y compasión, dijo Amanda.
Cine Encuentros «Una máquina para vivir» (EEUU, 2020) Y.Goldstein/M.Zielke | (FAMB)
“Una máquina para vivir” refleja esas contradicciones y mucho más porque, a la vez que sobrevuela la ciudad hiperdiseñada racionalmente y el sueño utópico de Niemeyer
“El Alma de la Materia”: Explora la materialidad más allá de lo visible
Mundo Arte Gallery presenta El Alma de la Materia, una evocadora exposición colectiva curada por Gustavo Fernández, que estará abierta del 15 de febrero al 15 de marzo de 2025
Graphicart celebra 48 años de trayectoria en el nuevo espacio cultural SAGA
Con motivo de celebrar sus 48 años de trayectoria, la galería Graphicart presenta la exposición titulada “Geografía abstracta. 48 años de exploración artística en Venezuela”, ubicada en el nuevo espacio cultural SAGA que con esta muestra abre sus puertas en Paseo El Hatillo.
Abilio Padrón hace vibrar los espacios de la Galería Blasini Morrison
Bajo el título “Abilio Padrón. De lo estático a lo dinámico”, fue inaugurada en la Galería Blasini Morrison, una exposición que reúne una selección de obras realizadas por el reconocido artista venezolano Abilio Padrón, a lo largo de su amplia trayectoria.
NatuUrban. Una sinfonía subnatural de Miami | Muu Blanco
«NatuUrban. Una sinfonía subnatural de Miami» de Muu Blanco (Caracas, 1966) con curaduría de Gerardo Zavarce en Arts Connection Foundation, Miami, desde noviembre del 2024 hasta enero del 2025.
Novela “Cometí la locura de amarte” | Claudia Uzcátegui
Autora venezolana impulsa la reivindicación de la sexualidad femenina. Claudia Uzcátegui conquista al público con Cometí la locura de amarte, una cautivadora novela de ficción que combina suspenso psicológico, romance y erotismo.
La exposición «What is Reality?» de Ricardo Arispe y ColectiBot redefine los límites de lo real
La exposición «What is Reality de Ricardo Arispe y ColectiBot desafía nuestra percepción del mundo al fusionar lo tangible y lo virtual
Nuestra Venezuela libre y democrática | Manifiesto GenX
Era una edición de bolsillo que yo pretendía usar como un arma de instrucción masiva durante mi participación en las marchas capitalinas. Creía que era un salvoconducto para moverme en libertad… Nos comenta Florángel Quintana.
Cuando las mujeres escriben de fantasmas | Aoko Matsuda
La recopilación de relatos de terror “Where the Wild Ladies Are” de Aoko Matsuda, lleva la fórmula de lo fantasmagórico a un nivel mucho más inquietante pero en especial, la emparenta con un recorrido a través de dolores emocionales e intelectuales.
El Cine al son de Lanthimos | Textos y Guiones
Por Richard Rey. Mientras en el crepúsculo de los dioses llamado Hollywood, se empiezan a vislumbrar ocasos de glorias como Francis Ford Coppola o Ridley Scott; otros nombres comienzan a dejar profundas huellas en el quehacer del séptimo arte. En ese sentido, hay un director que me ha intrigado y...
—Y qué quieres que te diga, ¿que tu idea es tan fantástica como las novelas de García Márquez? No, lo tuyo es una locura químicamente pura, —agregó Alex.
—Tú lo engendraste, ¿recuerdas? ¿O yo metí el dedo en un vaso de leche caliente y zas, he aquí que estoy preñada? También te recuerdo que quien nos metió en graves deudas fuiste tú, tú y tus desatinos en los negocios. Si yo voy a parir una mercancía, tú solo sabes engendrar desgracia —sentenció Amanda.
Ambos se miraron, vulnerables, tensos, sin ilusiones, en la única certeza capaz de unirlos, salir de la descomunal deuda que se traga sus vidas.
Suena el teléfono. Amanda recibe una llamada de los futuros padres. Preguntan por su salud, por su estado emocional y el troglodita de su marido. Ella, calma, da respuesta como si se tratara del plan más estratégico de la historia. Su temple, acrisolado por el fuego de la desventura, le permite estar de pie sin que el temblor de las dudas le admita pensar por algún momento si está o no haciendo lo correcto. Pregunta por el dinero, le aseguran que está depositado en la cuenta Zelle suministrada. Solo queda esperar el parto y entregar al niño, para salir del tremedal donde ella y su marido se hunden sin esperanza, vender a su primer hijo y el derrumbe de un matrimonio que solo alcanzó para la bancarrota, la miseria, el dolor descarnado. Cuelga. Alex toma su chaqueta y sale del cuarto de la clínica. Amanda se queda sola, en silencio. Se sienta, observa la ciudad en su río de almas sin descanso.
“¿Hacia dónde irá la persona que maneja el carro plateado, atravesando urgente la avenida? ¿Qué necesidad le demanda tal velocidad? ¿Quién lo espera del otro lado de la ciudad para calmar su angustia?”, digo esto y me doy cuenta de mis imaginaciones, las fantasías donde me proyecto y escondo, evitando hacerme las necesarias preguntas que puedan sacarme de este maldito atolladero. ¿Hacia dónde voy yo y para qué? ¿Qué es lo que necesito? ¿Dónde está? ¿Dónde estoy yo?
Por la mente de Amanda un océano de preguntas comenzó a emerger, con la fuerza propia de las aguas tempestuosas. En un segundo imprevisto, la conciencia lanzó una chispa ingobernable sobre su mente e incendió de imágenes difíciles la geografía existencial de su vida. El rotundo peso de sus cavilaciones la fue aislando de lo real y sumergiéndola en su sombra, el fondo radical donde su vena autoagresiva se fue inflamando de rabia, una rabia incontenible, como la fuerza última capaz de dar un giro absoluto a la ruina que sobre sus hombros labró el peso de la culpa.
Amanda se levantó, y buscó en su bolso de ropa donde celosamente guardó el cofre con las joyas que heredó de su madre; el esplendor nostálgico de una época plena de goce y lujo. Tomó un collar de perlas donde se dibujó la impecable sonrisa de su rostro, las colgó en su cuello, luego vistió sus labios con el carmín para las épocas especiales, tomó su perfume y se sumergió en el vapor impúdico que a más de un hombre arrebató el fuego de la palabra. Su espalda abrió paso al chal de terciopelo negro donde se emancipó, siendo adolescente, entregada al fiero deseo de un hombre en cuyos labios se colgó el futuro, prometiendo lejanos brillos que se encarnaron en maldiciones. Mantuvo sus pies descalzos, como el único contacto con la realidad, mientras caminaba hacia el espejo para verse regia, firme, con un aura delirante, mientras por el ventanal del cuarto se adentraba la voz de Ney Matogrosso, que desde la lejanía la hacía flotar en la seda de su aliento extranjero.
Luego volteó, descubriendo la diagonal perfecta entre el espejo y el balcón de la habitación, hacia donde caminó en la flotación exacta de un deseo irreparable. Cruzó el umbral de la puerta, apoyó sus manos tensas sobre las barandas del balcón y desnudó la carcajada fosilizada en sus entrañas desde antes de nacer, para despertar la única inocencia que durante nueve meses la hizo sentir viva, Lázaro, su hijo. Y sin más, se sentó sobre la baranda para dar una vista panorámica a la ciudad y dejarse caer desde el doceavo piso de la clínica, sobre la belleza de su muerte, en la paradoja de su última catástrofe, la más hermosa, ser definitivamente libre, mientras el peso de su cuerpo estrella su euforia sobre el asfalto, para detener a toda una ciudad en la imagen piadosa de una madre y su hijo despedazados contra la vida.
Tal vez te interese ver:
Miguel, Alicia y Ramón | Apuntes desde el vértigo
No hay hilo conductor en estas historias, solo una terrible e impactante realidad común. Vuelven las crónicas de Apuntes desde el vértigo
Lesli | Apuntes desde el vértigo
Lesli está marcada por la tragedia y siente tanta rabia que no sabe cómo liberarse. Otro Apunte desde el vértigo que no olvidarás
Abdullah | Apuntes desde el vértigo
Vuelven los apuntes desde el vértigo con una historia donde los protagonistas dejarán sin aliento a más de uno. “Abdullah”, no apto para mojigatos.
Escritor | Personal Brander | Storyteller | Copywriter
Encamino la comunicación de marcas y organizaciones. Exploro historias que conectan y emocionan.
Artista de sensibilidades múltiples: Literatura, danza, teatro, fotografía y artes de contacto-acción. Desarrollo proyectos de bienestar psicocorporal a través de consultoría, experiencias formativas y encuentros vivenciales; en atención a personas, grupos y organizaciones.
Esta columna trata historias al límite de nuestras emociones.