
El pasado domingo 27 de marzo se llevó a cabo la 94ª edición de los Premios Oscars. Una premiación que pasará a la historia y no precisamente por las razones correctas. Y es que hacer lo «correcto» no siempre será el camino más fácil de transitar.
Los Oscars han sido un referente para la industria fílmica mundial, pero desde hace ya varios años ha perdido su foco –que es premiar lo mejor del cine– para dedicarse a premiar causas. Causas políticamente correctas, claro está.
Aunado a esto, la Academia se muerde su propia cola por seguir insistiendo en dividir la premiación entre estatuillas de primera y de segunda, todo por el Showbiz en detrimento de la “inclusión” que profesan, dejando así a ocho de sus categorías a las sombras, como por ejemplo montaje, música original, edición, diseño de producción y sonido. Estos a manos del verdadero ganador de la noche: DUNE.

The White Lotus (Temp. 3) | Series Sobre 9
Se trata de una serie antológica donde cada temporada se desarrolla en un país diferente y que tiene como denominador común una muerte trágica dentro de la cadena hotelera The White Lotus.

Clausura Virtual | Miami New Media Festival (MNMF)
Esta clausura virtual está dedicada con profundo respeto y admiración a la memoria de Asdrúbal Colmenarez (1936–2025), artista visual venezolano, pionero del arte participativo, creador del célebre “Alfabeto Polisensorial” y uno de los fundadores del MNMF, fallecido el pasado 12 de abril de 2025 en Francia.

«Escaparate Cultural» y Humana rinden homenaje a Maruja Mallo
El próximo 8 de mayo, en colaboración con las tiendas Humana, se presenta en el escaparate de su tienda en la calle Alcalá una sutil y poderosa instalación que rinde homenaje a Maruja Mallo, pionera del surrealismo en España

El desafío de volver para hacer país
Desde Nueva York, Madrid y París, venezolanos que han construido nuevos caminos con esfuerzo, honestidad y creatividad apuestan por un regreso. Ángel Colmenares, Xavier Losada, Marlene Rodríguez y Alessandra Sánchez, como tantos otros, han logrado abrirse paso en diversas áreas

Inteligencia Artificial y Arte: ¿Qué es real? con Ricardo Arispe| Las Lupitas
En este episodio del podcast Las Lupitas, Andreína conversa con el fotógrafo y periodista venezolano Ricardo Arispe, explorando un tema que está revolucionando el mundo creativo: la relación entre inteligencia artificial y arte

«Lo oculto» de Miguel Marcotrigiano
Descubre en este análisis la profundidad de «Lo oculto» de Miguel Marcotrigiano. Exploramos cómo el poeta busca lo inaprensible a través del dolor y en la fugacidad de los instantes. Un viaje poético que revela la esencia de la creación y la lucha por capturar lo inefable en el verso.

Suena la Primera Sinfonía de Vive El Sistema Fest
El festival inundará todo el país durante tres semanas, a través de cinco rutas musicales, la Ruta Sinfónica, la Ruta Venezolana, la Ruta Ecléctica, la Ruta Caribe y la Ruta Familiar, para celebrar el 50 aniversario de El Sistema.

Energía en la menopausia: ¿Cómo equilibrarla y recuperar tu vitalidad? | E1-S2
El episodio trata sobre la menopausia y cómo las mujeres pueden verla como una nueva oportunidad en lugar de una sentencia de vejez. Se discuten los cambios energéticos que ocurren durante esta etapa y cómo el cuerpo se prepara para estos cambios.
Se ofrecen consejos para manejar los síntomas físicos como los calores y la sequedad vaginal, así como para abordar los desafíos emocionales y de autoestima que pueden surgir.
Reconocimientos que surgen como prueba de la obra maestra de Denis Villeneuve, a pesar de no ser nominado como mejor director.
Y la transmisión de los premios transitaba al son de los tambores de las concesiones que otorga la retórica sobre lo correcto. CODA –¡Oh! Sorpresa– una película remake de la original francesa titulada “La familia Bélier”, que dicho sea de paso nunca fue tomada en cuenta por la Academia, ahora la premian bajo la premisa de la “inclusión”. Como lo harían en su momento con Green Book en 2019 por encima de Roma e incluso de Bohemian Rhapsody.
Todo esto a pesar de que CODA no estuvo nominada en las categorías de rigor que usualmente definen lo mejor de una película y su factura como: fotografía, dirección, mejor sonido, mejor montaje. ¿Inexplicable?
Y no, no es un «batacazo» como se pueda presumir. En realidad, la Academia se ha dejado ver las costuras a lo largo de los años y su sesgo mediático, seducido por el puritanismo de la Generación Woke.
Acertando una de las «cachetadas» de la noche, premiando las correcciones públicas y no al cine, cuya reivindicación tanta falta hace al igual que los verdaderos valores que suponen las artes trasgresoras. Dejando entonces por fuera a “El Poder del Perro”, una historia que deja al descubierto el machismo tóxico, frenético e injustificado; película de la cual Jane Campion, su directora, se lleva la estatuilla por Mejor Dirección. Y haciéndole el feo a Belfast, maravillosa película con una fotografía impecable que narra una historia sobre la migración forzada por conflictos, las raíces y vejaciones por razones religiosas, tan actuales hoy día. Esta última galardonada como Mejor Guion Original.
Y es que esperar algo diferente de unos premios que lleva años en el podio de lo cuestionable es como pedir demasiado.
Will Smith y la cachetada que nunca dio

Y por si fuera poco Will Smith, en vivo y directo, azota con una cachetada a Chris Rock luego de que este desarrollara una burla infame sobre la alopecia que sufre su esposa Jada Pinkett Smith; condición médica que le hizo perder todo el cabello.
Los Premios Oscar entonces se hicieron del tan cacareado rating que necesitaban y no precisamente por las razones correctas.
Entonces, la premiación tomó un rumbo directo al foso de la controversia. Un hecho de violencia que partió a la mitad un certamen que vino de más a menos, incomodando a propios y extraños, y casi pasando la escoba y dejando debajo de la alfombra a un tibio y desapercibido «In Memoriam». Uno de los momentos que estila ser el más sentido de la gala donde se recuerdan a los fallecidos de la industria.
Will entonces toma la justicia por su propias manos minutos antes de recibir su primer Oscar como mejor actor por la película King Richard.

La actitud de Chris Rock por el bullying a la esposa del “Fresh Prince of Bel Air” ha sido analizada y casi tan cuestionada como la reacción volátil e iracunda de Will, dejando incluso a un lado a la verdadera victima aquí: Jada Smith.
En mi humilde opinión, Will no aprovecha la oportunidad que se le brinda en bandeja de plata para dar la verdadera cachetada que el momento ameritaba: la cachetada moral. Dejar al descubierto al verdadero agresor (Chris Rock), exponiendo su enfado hacia la mofa sobre una dama víctima de una enfermedad. Mostrando así su inconformidad desde su asiento, dándose su puesto; a él y a su esposa que lo acompaña. Este era un momento único para dejar en claro que se puede defender una postura sin el uso innecesario de la violencia física.
Pero no, Will cae en la trampa del agresor; muerde la carnada que todo victimario acostumbra a dejar para luego, desde el “yo no fui”, culpar al violento, convirtiendo a Will en el “único y verdadero agresor”.
Y entonces, nos encontramos en esa bifurcación donde nos preguntamos ¿Y la razón dónde queda? Dónde se muestra la inteligencia humana, los valores, la verdad. Son estos los momentos que nos permiten demostrar, no a los demás sino a nosotros mismos, de que estamos hecho.
Will Smith deja a un lado todo aquello y decide el camino de la violencia express y sin previo aviso para luego llorar con “lágrimas de cocodrilo” al momento de que se le otorga el Oscar, edulcorando el bochorno colectivo con un speech tibio, cargado de disculpas genéricas aún más tibias. Empañando así su momento de la noche.
Jada Smith, por su parte, queda entonces en segundo y quizás hasta en un tercer plano siendo ella el sujeto principal de controversia. La agredida verbal y moralmente hablando. La violencia hacia la mujer entonces queda relegada por un egocéntrico Will Smith que habla sobre “lo que un verdadero hombre debe hacer para proteger a su familia”. No, Will.
El show debe continuar
Chris Rock, principal responsable de los hechos ocurridos, decide entonces no poner la denuncia por la agresión física recibida ante la policía de Los Ángeles, según lo informa el propio departamento policial, aunque deja en claro que si lo decide hacer en un futuro el LAPD (Departamento de Policía de Los Ángeles por sus siglas en inglés) estará dispuesto a reabrir el caso contra Will Smith.
La Academia por su parte se deslinga del hecho condenando cualquier tipo de violencia mediante un tuit. Usando la carta del típico “venga de donde venga la violencia”.

Según el código de comportamiento de la Academia, este hecho puede tornar una investigación administrativa que pueda resultar en la suspensión de la premiación del Oscar al Mejor Actor, quitándole así la estatuilla a Will Smith. Otorgándosele el premio al segundo en las votaciones quien retiraría dicho Oscar por “secretaría”.
Personalmente, dudo mucho que esto ocurra. Los hechos que turbaron la noche en el Dolby Theater quedarán allí, impunes. Chris Rock venderá millones de entradas para sus shows de Stand Up y Will Smith conservará su ansiado reconocimiento.
En definitiva, en tiempos donde la violencia impera en el mundo. Donde las bombas caen en Ucrania a manos de Vladimir «El Carnicero» Putin, y en medio de las constante lucha contra el bullying causante de innumerables problemas psicológicos en quienes lo padecen, incluido el suicidio, nos encontramos entonces con este hecho que dará de que hablar por mucho, mucho tiempo.
Estar del lado de uno o del otro es fútil. Lo importante aquí es considerar y asumir las consecuencias de nuestros actos. Son esos actos los que hablan por nosotros mismos. Ante un hecho de violencia, sea esta verbal o física, no hay ganadores; todos pierden. Debemos comprender y evolucionar nuestra manera de reaccionar ante el violento, ante el acosador, ante el agresor. La diplomacia sabemos que muchas veces hace más daño. Pero la violencia no se puede combatir con violencia.
Hay momentos donde la palabra es mucho más fuerte que mil cachetadas y en donde la violencia nunca será más justa que la razón.
Tal vez te interese ver:
Sobredosis: pasión y muerte
Ibrahim Buznego analiza la muerte de Taylor Hawkins, baterista de Foo Fighters. Otro artista que pierde el mundo por sobredosis desde los años 60.
I.A.: El vendedor invisible
La inteligencia artificial ha definido nuestro patrón de consumo, transformándolo en un algoritmo de venta que nos bombardea constantemente.
Hollywood este 2021 ¿En números rojos?
En este artículo analizamos cómo La industria del cine lucha contra la baja audiencia y las cuantiosas pérdidas ocasionadas este 2021
Escritor, lector y aficionado al cine y la fotografía.
| Columna: Entre líneas en The Wynwood Times