Los vecinos alados de Ariel Toledano

Ariel, en momentos en que el mundo entero vive atemorizado y cercena sus acostumbradas rutinas, tú has utilizado el tiempo para plasmar un bello libro de fotografía titulado “Winged Neighbors”. Antes de que nos cuentes los detalles que te llevaron a realizar tu nuevo libro, dinos, ¿cómo haces para seguir inspirado y creando contenido cultural? ¿Y cómo fue que llegaste al cine y la fotografía?

Carlos, dada las circunstancias de pandemia y mortandad que estamos viviendo, celebro tu emotiva introducción. Seguimos vivos, presentes e inspirados en explorar el sentido de la vida, en quienes somos, qué podemos esperar de ella y qué hacer mientras estemos conscientes de ello.

El aislamiento durante la pandemia no significó mayor cambio en mi rutina diaria.  Es como me gusta pasar mis días; trabajo creativo en la absoluta tranquilidad y silencio; lectura y películas para relajarme e inspirarme. La diferencia en esta oportunidad la generó la paralización del mundo que logró que los animales silvestres ocuparan de nuevo espacios perdidos y como consecuencia, ellos me descubrieron a mí y yo a ellos.

Al cine y a la fotografía llegué como resultado de mis estudios. Soy un egresado de la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas, mención pintura y un egresado en Comunicación Visual del IDD, Instituto de Diseño Hans Neumann. Esta combinación de arte puro, por un lado, y arte comercial por otro me dieron las herramientas siendo muy joven para generar una personalidad atractiva para el mercado publicitario donde mi vida profesional se desarrolló. Aunque la cinematografía era una materia de relleno en el pénsum académico de un diseñador, fue justamente en el IDD donde hice por primera vez contacto con una cámara Beaulieu 16 mm, la cual usábamos para hacer cine experimental y documental. Por otro lado, para entrar al IDD era requisito obligatorio disponer de una cámara fotográfica profesional para asistir a clases. Estoy hablando de una época en donde lo digital no existía. Fotografía y cine era un mundo análogo, el material sensible y/o film venía en carrete. Imprimíamos en papel sensible y utilizábamos productos químicos para revelar imágenes.

Es interesante que hagas nota de los cambios fundamentales que han transformado nuestras herramientas de trabajo, desde cuando estudiabas en el Instituto de Diseño Hans Neumann, con los rollos de carrete y los cuartos oscuros, a la fotografía digital y los nuevos medios. ¿Qué impacto ha tenido la fotografía digital en lo que haces como profesional? 

He visto algo de tu fotografía abstracta y conceptual, y en esta expresión tuya, las imágenes aparecen distorsionadas y procesadas, ¿cómo logras estos efectos? Ahora bien, en tu nuevo libro “Winged Neighbors”, tus imágenes son literales y me recuerda mucho la fotografía naturalista en el sentido que invitas al lector a descubrir el mundo real tal y como es. ¿Cómo contrastas estos dos estilos tan opuestos? 

Para mí, la tecnología digital ha sido una bendición. Para nosotros como estudiantes y para el público en general, la práctica de la fotografía análoga era tremendamente costosa. Tenías que ser un profesional con trabajo serio para aliviar esa situación. La carrera en el IDD era de las más costosas existentes para la época por la cantidad de materiales que tenías que adquirir para asistir a clases.

La llegada de la alternativa digital le abrió las puertas a millones de personas a acercarse a la fotografía y a experimentar un mundo que de otra forma hubiese sido impensable. Yo mismo experimento bondades antes imposibles al poder viajar con mi trabajo con solo disponer de una cámara y un ordenador.

La fotografía abstracta y conceptual tienen una lectura engañosa. Efectivamente, la primera lectura que hacen de ellas es que son unas imágenes manipuladas en post-producción, pero en realidad no lo son. Son imágenes producto de otra inquietud. El proyecto comprendía generar imágenes dentro del equipo fotográfico al momento en que todos sus parámetros estaban distorsionados mientras ejercía movimientos violentos de cámara. Si tomas en cuenta que los parámetros de una cámara están diseñados justamente para que los resultados sean perfectos a la visión humana, las imágenes resultantes en mi proyecto serían todo lo contrario y profundamente extrañas a la visión. Mi intención nunca pasó por el interés en que el público identifique la imagen o su origen. Me interesa la impresión emocional que cada imagen causa, ya sea de atracción o de rechazo.

Estoy de acuerdo que los fotógrafos, sobre todo en su etapa formativa, van acumulando técnicas con muchos estilos y esta maestría nos permite luego, como profesional, ofrecer un servicio a la carta. Hablo que después, cuando se madura como comunicador, surge una forma, una manera que va caracterizando al fotógrafo y su fotografía. Ariel, ¿hay algún estilo o manera de ver la fotografía que te caracterice más como tal? Y en cuanto a la representación como ilusión de lo que vemos y la manera en que la foto y su encuadre cambia la perspectiva de la realidad, las fotos en “Winged Neighbors” buscan más bien codificar la fauna que te rodeaba y que te busco, en su completa nitidez. Si se quiere, en este trabajo las imágenes son más puras, no hay hiperrealismos, ni abstracciones. El gran fotógrafo paisajista Ansel Adams abogaba por la pureza de la fotografía, por un enfoque súper nítido, con el rango completo de tonos naturales. ¿Existe para ti algún valor artístico en este impulso por captar la pureza de una imagen y su circunstancia? 

Son muchos los fotógrafos cuyo trabajo se caracteriza por tener un lenguaje muy marcado y entiendo tu curiosidad. La lectura que yo hago sobre el estilo es que este viene marcado más por la temática que por la técnica. Quiero decir que un fotógrafo que hace street photography tiene por lo general una inclinación a trabajar en blanco y negro y utilizará una óptica cercana a los 50 mm. Un retratista buscará que sus fondos se vean borrosos, fijará el foco en los ojos del objeto y trabajará probablemente con una óptica cercana a los 85 mm. Un fotógrafo publicitario terminará su trabajo en colores intensos, variará de lentes conforme a los requerimientos del producto o sobre todo a las exigencias del público objetivo al cual va dirigido su trabajo. Existen muchos otros ejemplos que dar, pero a lo que voy, es que gran parte de los estilos individuales que identificamos vienen demarcados por la temática dentro de la cual se especializa el fotógrafo.

Mi caso es diferente porque tengo una personalidad “Renacentista” y me gusta ensayar de todo y con todo. Me alejo de las especializaciones y voy deambulando por múltiples estilos y mayormente, voy variando de temática pues tiendo a aburrirme y a desamorarme una vez que domino una situación. Lo que no varío son mis exigencias técnicas; encuadre, foco y valores. Lo demás es pasión y ajuste al proyecto de turno.

Ansel Adams, más que un fotógrafo es un genio. Su conocimiento, sus ensayos, su pasión y su perseverancia son inigualables. De él aprendimos el valor que tiene cada tono de gris en una imagen, a esperar el momento de luz perfecta, ni un minuto antes ni uno después. A manipular las distintas áreas de una imagen tanto en tiempos de impresión como en tiempos de revelado que la imagen quede como el fotógrafo desea. De él aprendimos que las fotografías se hacen, no se toman. A no pretender ni esperar resultados inmediatos y a estar preparado detrás de la cámara por tiempo indefinido esperando el momento preciso que se desea plasmar. Imágenes trabajadas con tanta sabiduría y precisión que sus admiradores las denominaron puras.

El enfoque en el proyecto “Winged Neighbors”, era encontrar el momento en que el ave estuviera realizando alguna actividad propia de su especie cuando la luz lo permitía, que su plumaje se destacara en color y textura. Interactué con ellos para que me prestaran atención, se acercaran y se comunicaran conmigo. Las personas que visitan la casa me comentan que se sienten como en un zoológico por la abundante presencia y canto de estas aves, y es que una vez que estos animales se hacen amigos, pierden el temor de acercarse, regresan todos los días a interactuar con uno y por encima de todo, nos alegran con su presencia.

Ni un minuto antes, ni un minuto después, comparto vuestra preocupación y la de Ansel Adams en captar el momento preciso, donde la luz y las circunstancias se hacen juntas para captar la mejor imagen. En la primera parte de la década de los 90 en Venezuela, tuve un mentor, el gran comunicador social Mario Abate. Él nos decía que el momento fotográfico lo era el todo, quería decir, que estar presente cuanto ocurren los hechos, para así poder tomar la foto, constituía la esencia misma de un buen fotógrafo.

Me da mucha curiosidad tu interacción con las aves, su holgorio y su papel en “Winged Neighbors”. Pareciera que ellas fueron cómplices y su presencia juguetona marca una característica causal de tu nuevo proyecto. ¿Comentamos un poco más de cómo fue ese encuentro con las aves, y qué buscas transmitir?

En los mitos griegos las aves y en particular la garza, constituían mensajeros de Dios y el impulso dentro de nosotros que espera volar a través de la imaginación, a un lugar donde todo es posible. ¿Existe algún simbolismo en las aves que capturas en “Winged Neighbors”?

Efectivamente Carlos, captar el momento preciso es uno de los pilares fundamentales de la fotografía, al igual que lo es anticipar su preparación para que cuando llegue el momento preciso puedas disparar. Supongo que la casualidad y la suerte existen, pero no son fiables profesionalmente. El momento es tan importante que no pueden surgir sorpresas o fallas técnicas, pues se perdió seguramente un instante irrepetible. Muchas personas no entienden en la actualidad que las fotos que toman con sus smartphones vienen con aplicaciones que resuelven el asunto técnico, pero el fotógrafo profesional logra mejores resultados haciendo toda esta labor de forma manual. Muchas veces me han dicho, “Ariel, excelentes fotografías” Tu cámara es buenísima. ¿Qué marca y modelo es?  

En referencia a la anticipación, te cuento un ejemplo y es el caso del fotógrafo Yousef Karsh que al arrancarle sorpresivamente el tabaco de la boca a Sir Winston Churchill consiguió la imagen del León Rugiente, una imagen profundamente desafiante y fuerte de este líder político que Inglaterra necesitaba durante la Segunda Guerra Mundial para enfrentar a Hitler. Anticipar y prepararse está en todo. Como no puedo extenderme mucho, uso el mismo ejemplo para redondear la idea. Al aceptar la encomienda para fotografiar a Churchill, Karsh estuvo semanas estudiando la personalidad del Premier Británico, su rutina, sus ángulos, gestos y ademanes, contrató durante semanas a una persona con su mismo peso y altura para ensayar distintas luces y posiciones de cámara. En definitiva, todo había sido preparado con tal precisión que la foto la tomó de espaldas con el cable mecánico mientras regresaba a la cámara después de arrancarle el tabaco.

Hay que mencionar que las aves son descendientes de los dinosaurios, considerados y temidos por la humanidad como reptiles agresivos y prehistóricos y, sin embargo, debido a su gran belleza y encanto, las aves han sido liberadas de este prejuicio. Te confieso que durante las primeras semanas del silencio pandémico universal, los primeros animales que me sorprendieron con su amigable visita fueron las ardillas. Las aves vinieron después, justamente atraídas por el alimento que le proporcionaba a las ardillas para fotografiarlas. Una vez que las aves marcaron mi casa como un espacio seguro y con alimentos, nunca más se fueron, así que pasábamos todo el día juntos. Fueron apareciendo especies nuevas a lo largo del año pues vivo en una zona de migración de aves. Lo que hizo que priorizara las aves en este primer libro y no en las ardillas, iguanas, mapaches o zorros fue la abundancia en especies, la variedad en plumajes, los tamaños y las características. 

En cuanto a tu pregunta sobre la carga arquetípica y mítica que estos animales manifiestan en el libro, te confieso que despiertan la suprema belleza, la ternura y el amor por la vida salvaje. Si yo hubiese sido Ícaro, presumo que también hubiese achicharrado mis alas a temprana edad desafiando el sol durante mis vuelos de libertad.

Termino comentándote que lamentablemente los humanos hemos abusado de estos animales desde que tenemos memoria de nuestros actos. En el pasado, los hemos sacrificado salvajemente por creencias falsas, mitológicas y religiosas y hoy en día y desde la era industrial practicamos genocidios aberrantes a diario para satisfacer la industria alimentaria. Espero que nuestro proceso de civilización junto a los avances científicos nos lleve a una experiencia menos agresiva.

Algún día romperemos el código del lenguaje con los animales en general y nos tocará entender la crueldad con que los hemos tratado.

Yo espero menos del modelo industrial y corporativo que hoy impera, ya que muchos de los avances científicos que supuestamente usan para hacernos más civilizados, son usados contra la humanidad, para promover sus intereses económicos, llevándonos más bien a una sociedad controlada, menos saludable, con menos derechos y constantemente vigilada bajo la huella digital.  Existen otros métodos de producción agropecuarios que son mucho más cordiales y amables con los animales, esto incluye alimentos orgánicos y no el maíz y la soja transgénica que le dan hoy a los pollos, por ejemplo. Pero dejemos este argumento, que acá generalizo, para otra entrevista.

Muy bien Ariel hemos comentado con la brevedad del caso, una serie de temas muy interesantes, te felicito por tu trabajo y auguro mucho éxito con tu libro “Winged Neighbors”. Dinos a los lectores donde podemos comprar tu libro y a donde te podemos buscar para saber más de tu trabajo.

Con gusto Carlos. Por el momento tengo el libro en blurb.com , https://www.blurb.com/b/10970640-winged-neighbors

Sobre mi historial de trabajo recomiendo una entrevista que me hicieron hace unos meses y en donde se puede hilar cronológicamente mi trayectoria:

http://voyagemia.com/interview/daily-inspiration-meet-ariel-toledano/

Para mas información sobre Ariel Toledano, los lectores pueden ir a: https://www.instagram.com/papayiii , www.arieltoledano.com y  https://arieltoledanophotography.myportfolio.com