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>>ARGUMENTO

 

Lo que principalmente me motivó a acercarme a esta historia, aparte de la crítica experta que la alabó nivel Dios, fue el hecho de que obtuviera, en los recientes premios Emmy, el galardón al mejor guion por encima de algo tan bien escrito como Mare of Easttown, por ejemplo.

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Con semejante spoiler, inicia la miniserie Disclaimer (que absurdamente decidieron titular para Latinoamérica como “Desprecio”), a la cual accedí nuevamente —luego de un primer intento fallido que no me motivó a pasar del segundo episodio.

Ciertamente la trama –escrita, actuada y hasta co-dirigida por Michaela Coel– tiene momentos interesantes y un discurso que se agradece, pues nos muestra que tú eres responsable de ti y de tus actos y que tienes dos opciones: quedarte en un eterno loop de auto-compadecimiento –lo cual abunda en estos tiempos de MeToo– o tomar las riendas de tu vida, sacudirte el polvo y dejar atrás ese trauma que sí “podría destruirte”.

El personaje principal es una joven e incipiente escritora llamada Arabella Essiedu, la cual vive en la ciudad de Londres y se desenvuelve en un ambiente social donde el sexo casual, el alcohol y las drogas forman parte de su lifestyle.

Trailer de “I may destroy you”

Arabella, quién logró un éxito importante con su primer libro, ahora se encuentra ante los dos peores monstruos a los que un escritor puede enfrentarse: el bloqueo creativo y la presión por parte de los editores de entregar en una fecha pactada y pagada.

Una noche sentada frente a su ordenador, con la pantalla en blanco, decide salir a evadirse un rato, aceptando la invitación previa de un amigo.

Al día siguiente Arabella despierta con una fuerte resaca y aunque no recuerda lo ocurrido la noche anterior, poco a poco se percata de que fue drogada y víctima de una violación.  

Y es aquí donde radica lo positivo del guion, el cual pudo haberse quedado en la impotencia, rabia y deseos de venganza de la víctima, como en efecto ocurre en casi toda la serie, pero que, afortunadamente, en el capítulo final nos muestra un giro importante donde Arabella decide dejar de mirar todo su patético entorno y empezar a verse a sí misma –como le indica la psicóloga en una de las sesiones a las que acude a raíz de la violación– para volcar todo su trauma en el argumento de su nuevo libro.

Sin embargo, el guion falla a la hora de presentarnos otros personajes, como por ejemplo Kwame, el amigo gay de Arabella, cuya historia, por no estar bien escrita al contener un arco de acción inacabado, hace que el personaje se desdibuje, ya que todo está pensado en torno a la protagonista principal. Creo que si a este personaje lo eliminan totalmente, la historia pudiera haberse contado en menos episodios y hacerla más condensada y redonda. 

>>PRODUCCIÓN

 

Estamos ante una producción británica para HBO y la BBC One, que consta de 12 episodios con un promedio de duración de 30 minutos cada uno. Cabe destacar que la historia está basada en una situación real padecida por la propia autora y protagonista de la serie.

Pero si hay algo que realmente nos agradó, porque logra darle un realce especial a la serie, es la excelente banda sonora, bien pensada y escogida tanto para reforzar algunas de las escenas como para los cierres de capítulo.

Se trata de una selección de temas donde podemos escuchar a Tierra Whack, Drake con Nicki Minaj, pasando por Hunnit Millz, Little Simz, Janelle Monáe, FKA Twigs, Grimes, Daft Punk, The Bricks, o incluso la española Rosalía. 

>>ACTUACIÓN

 

No voy a decir que Michaela está mal actoralmente, porque no es cierto. Además siendo ella, entre todo el equipo de realizadores, quien tiene más clara la película, al ser la escritora, codirectora, productora y actriz principal que, además, interpreta un personaje que pasa por una situación que ella misma vivió en la realidad, es difícil esperar una mala actuación.

Sin embargo, todas esas responsabilidades antes mencionadas, terminan reflejándose en la pantalla y los silencios (escasos por cierto), o transiciones de Arabella, en lugar de transmitirnos las emociones de su monólogo interior más bien nos permiten descubrir en su mirada a una Michaela tratando de tomar el control de todas las situaciones técnicas.

Sobre el resto del elenco puedo decir que hay mejores y menores interpretaciones, sin ninguna que sea realmente memorable. Cosa que ya es bastante decir para una producción británica, pero como ya acotamos anteriormente todo está escrito en base al desarrollo del personaje principal.

Por último, y ya fuera de las tres categorías que habitualmente valoramos en esta sección, quiero expresar una muy personal y particular opinión sobre toda esta hipersensibilidad que permea a la sociedad actual.

Si bien es cierto que una violación es un acto criminal que debe denunciarse y castigarse. También es cierto que nosotros, hombres y mujeres, debemos ser responsables de nuestros actos. Porque todo en la vida tiene consecuencias. El discurso del consentimiento aplica correctamente cuando alguien no consiente tener un acto sexual o de aproximación con otra persona y el otro (o la otra), insisten en forzar a quién se negó.

Señores, NO es NO y punto.

Ahora bien, cuando la crítica habla de que esta serie trata del consentimiento, yo difiero totalmente al respecto.

Evidentemente sí hubo un crimen, pero no tiene nada que ver con consentimiento, pues la víctima estuvo bajo los efectos de estupefacientes. Y aquí es donde quiero resaltar y retomar un poco los valores de nuestros padres y abuelos que se han perdido entre tantas supuestas “igualdades”. 

Cuando de pequeños o de adolescentes nos decían que las drogas eran malas, no se referían solo al daño físico que nos pueden causar sino también a los daños colaterales. 

Si nosotros somos adultos y en pos de nuestra “igualdad”, “independencia”, “empoderamiento” y otros términos habidos y por inventar, decidimos drogarnos y emborracharnos hasta el desmadre en un lugar nocturno, donde sabemos que pululan depredadores sexuales y al día siguiente amanecemos robados, violados y sin poder recordar qué pasó, porque nos echaron “burundanga” en la bebida, pues bien, listo, lo hicimos, nos arriesgamos y nos pasó.

Pero entonces me pregunto si la culpa es solo del criminal o es consecuencia de una serie de malas decisiones, que nos llevaron a un desenlace lamentable.

La igualdad implica obtener los mismos derechos y los mismos deberes, pero el paquete también incluye asumir la responsabilidad por las consecuencias de nuestros actos. De lo contrario nadie más que tú mismo(a) podría destruirte

En conclusión, a esta serie le doy:

 

  • Argumento 2
  • Producción 2
  • Actuación 2

 

Para hacer de I MAY DESTROY YOU, una serie de 6 puntos sobre 9.

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Richard Rey - Columnista The Wynwood Times
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