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Ser únicos y diferentes en todo lo que hacemos es una meta; y la moda no escapa de esto; cada pieza, cada accesorio habla del que lo porta, con mensajes claros y honestos

Por Alida Vergara Jurado.

El verbo “customizar” no forma parte del diccionario de la Real Academia Española, pero sí forma parte de nuestra cotidianidad. Como muchas palabras, nos hemos ocupado de adaptar términos de lenguas extranjeras y hacerlos nuestros, en este caso el inglés “customize”.

Cuando customizamos, modificamos algo de acuerdo a nuestras preferencias personales; en la moda, desde hace varios años, la tendencia ha ido en franco crecimiento, tanto así que muchas marcas permiten e incluyen la customización online de prendas y artículos para hacerlos únicos.

Desde recortar o colocar apliques o parches en camisetas o sudaderas que consideramos sosas o con falta de personalidad, a indumentarias por encargo o diseñadas expresamente para cada cliente. Personalizar la ropa, al principio, era una sutil manera de no toparse en la calle o en algún evento social con alguien vestido igual, pero ahora es una manera más de expresión, de transmitir en la pieza la personalidad, la filosofía propia, y mostrarnos al mundo tal cual somos.

El reciclaje de moda también ha invitado, no solo a reutilizar piezas, sino a la propia customización, además aportando una manera de ser ecofriendly y conscientes de dar una segunda oportunidad a prendas que tal vez no tuvieron mucha suerte de ser lucidas en su momento de estreno. Los pantalones de jeans, por ejemplo, cuyo destino final era ser convertidos en falda, bolsos o short, cambiaron de rumbo, la diseñadora venezolana Armonia Poyer, les aplica la técnica de “trapillo”, haciendo enormes ovillos y transformándolos en increíbles carteras con personalidad, tejidas en crochet.

MODA QUE CUENTA HISTORIAS Y SOCIALMENTE RESPONSABLE

El diseñador de joyería, Aimer Gil, se ha ocupado de desarrollar unas piezas dignas de admiración y reverencia, tanto así que aparecen en portadas de revistas internacionales, como Bazaar y en looks que portan estrellas de la farándula internacional, como Naty Abascal, entre otras.

El proceso no es sencillo, imprime diseños en piezas de gold filled, así como otras que son encapsuladas e intervenidos en tejido con hilo de oro, filigrana, incrustaciones, y detalles que aportan una personalidad casi tan única como quién la porta. Además de esto, cada mes, con parte de sus ganancias, alimenta alrededor de 120 personas de comunidades necesitadas de su Venezuela natal.

Javier Ramos o JrBills, es un venezolano que tomó como bandera nuestros billetes, convirtiéndolos en inspiración para sus obras de arte que decoran locales comerciales, restaurantes, hoteles y hogares en Venezuela, España, Estados Unidos, entre otros países.

Ahora Ramos ha hecho sus increíbles billetes intervenidos con luz, colores y neón, que de manera cómplice, comparte con los dueños de cada obra, e incluso les incluye una linterna de luz negra para que puedan observar los mensajes ocultos que les escribe. Y llevando su arte a otro nivel, al portable, lo más reciente son sus camisas con esos billetes que tanto lo inspiran. JrBills también comparte con quienes más lo necesitan, formando parte de “Luz de Rescate”, un movimiento que contribuye llevando alimento a lugares necesitados.

QUE TUS PRENDAS HABLEN DE TI

Mauro Barreto, un venezolano súper conocido en la comunidad de bandas y amantes del rock, lleva 13 años imprimiendo y cumpliendo las exigencias de cada cliente que desea portar una camiseta con mensajes y logos personalizados. Tanto es así que bandas como Candy 66, hasta las más jóvenes como Stereolux, han puesto en sus manos la responsabilidad de sus logos en el outfit de todos sus fans, y de ellos mismos.

Adriana Briceño comenzó estampando lycras y logos de empresas, y se ha convertido en una referencia a la hora de sublimar. Cuando casi nadie se ocupaba de esta tarea, ya ella cumplía los sueños de clientes exigentes que no estaban satisfechos con bañadores o camisetas masivas y le mandaban motivos, fotos, cuadros o composiciones para que ella las diagramara y, como arte de magia, las convirtiera en prendas de vestir, bolsos o artículos para sus hogares.

Claudia Ciavatta, dueña de QueMaja, se ocupa de intervenir artículos exclusivos realizados por artesanos venezolanos y colombianos como cestas, carteras y sombreros, haciéndolos un fiel reflejo de quienes los portan.

INSPIRACIÓN Y ARTE

Hellen Piedra, diseñadora venezolana radicada en Miami, que se ha inspirado en las más pequeñas de la casa para crear vestidos a medida; ya supera las mil piezas vendidas. Su verdadera inspiración son las novias, de hecho el nombre de su marca “The Flower Girl Dress”, es precisamente la niña que abre paso a la novia en su caminar al altar, cautivando las miradas y creando expectativas; y en su caso, las convierte en el mejor prólogo de las bodas en las que ha participado.

Divina Castidad, con este sugerente nombre se da a conocer una tienda que ha pasado a ser una vitrina de diseñadores venezolanos que intervienen piezas traídas de distintas partes del mundo, haciéndolas únicas. Tanto así, que llegan participando hasta cuatro artistas en una sola prenda, aportándole un valor excepcional y haciéndolas una verdadera obra de arte.

¿CONSIDERASTE TENER TU MINI VERSIÓN?

Luis José Villarroel, ingeniero civil venezolano, inició su marca Creepy Dolls, en 2010, creando muñecos de hilo elaborados con nuestro tradicional “pabilo”, confeccionadas completamente a mano, usando la técnica de enrollado.

Muchas son las historias que describen los orígenes de los String Dolls, Voodoo Dolls o muñecos de cuerda; y la mayoría de ellas, cuentan que se originaron en el norte de Tailandia, extendiéndose rápidamente por toda Asia. Los modelos son tan diversos que se pueden conseguir desde personajes conocidos, artistas, comics; hasta la customización absoluta, creando modelos a imagen y semejanza de sus clientes.

 

Los que amamos lo diferente queremos contradecir a Miranda Priestly en “El Diablo viste de Prada”, cuando dijo de modo tajante, Piensas que has hecho una elección que te exime de la industria de la moda cuando, de hecho, llevas puesto el suéter que las personas de esta sala seleccionaron para ti, de un montón de cosas».

Pues no, Sra. Priestly, ahora la moda ha tenido que dar su brazo a torcer y, en vez de dictar muchas directrices sin pensar en quienes la van a portar, ahora echan un vistazo a lo que quiere la gente, e incluso agregan en sus portales el botón de “customize”, cediendo espacio a sus clientes y a sus peculiaridades.

Por eso en la actualidad, casi todos los diseñadores coinciden en resaltar la propia identidad gracias a la personalización de las prendas, y no tanto a la de la marca.

Alida Vergara Jurado
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Periodista y RRPP.

Columnista en The Wynwood Times:
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