La ficción que encontramos en nuestro idioma con sello local es mínima; y en la no ficción, si conseguimos obras que podamos contar con los dedos de una mano, como el ensayo Extremo Occidente de Juan Carlos Castillón, es bastante. Nacido en Cataluña, Castillón vivió 20 años en Miami, en una pieza rentada en la Pequeña Habana. Este ensayo apareció en el 2008, cuando Castillón ya no vivía acá, y en él hace un repaso histórico de Estados Unidos en temas de inmigración, cultura, sociedad, política y étnicos –traza el perfil de la América rural que llevó a Donald Trump a la presidencia sin siquiera sospechar que algún día lo veríamos ejerciéndola–. Pero además Extremo Occidente es un diálogo entre el autor y su relación con Miami. Castillón vivió y trabajó en el corazón de la comunidad cubana, y eso le dio la distancia necesaria para hacer una radiografía minuciosa del fenómeno migratorio cubano.
En sus páginas se remonta a los inmediatos años post revolución, y esboza los perfiles de las distintas olas de migrantes que llegaron de la isla, y explica cómo, gracias a su esfuerzo, pero con más apoyo del gobierno que el que haya tenido cualquier otra comunidad, lograron ubicarse como la segunda comunidad más sólida en el país. Desgrana también el tema de la Bahía de Cochinos, el del legendario Mono Morales, el de la CIA y sus under covers, analiza cómo se desdibuja la identidad cubana con el surgimiento del cubano-americano, y nos introduce en el mundo de la mítica librería Universal, donde ejerció el oficio de librero, y da cuenta de los grandes escritores cubanos que conoció en ella, por ejemplo a Cabrera Infante.