Laura Esquivel: «Cada imagen y cada palabra son sanadoras»

¿Entonces es la literatura un ejercicio chamánico de sanación?

Totalmente, cada imagen y cada palabra son sanadoras y muchas veces hablo de cosas que a la gente no le gusta mucho como lo es la responsabilidad de los que manejamos imágenes y palabras, porque no se trata solo de tener éxito o no tener éxito,de que le reconozcan a uno o no, de que venda o no venda, sino que uno está entrando en contacto con el mundo mas sensible de otra persona, con el mundo de sus emociones y el mundo de las emociones está totalmente unido al mundo de la razón,no hay tal separación como dicen, cuando uno toca un corazón está tocando una mente y está llegando, tocando, transmitiendo información que puede sacar lo mejor de una persona. Entonces sí creo que hay un proceso alquímico tanto en la literatura, como en la cocina, en la música y en todo.

Latinoamérica ha crecido desde el realismo mágico y eso nos ha metido en muchos problemas, sobretodo en la búsqueda de soluciones mágicas , usted es una escritora que ha aportado muchas imágenes y metáforas a ese tema, pero cuando he leído sus entrevistas, usted se expresa como una mujer muy lucida . ¿Cómo maneja esa experiencia de tratar de decir por medio de metáforas temas que si lo planteamos de una forma mas cruda y directa puede hasta generar rechazo?

Hay que ir mas allá de la funcionalidad del lenguaje y de las imágenes, todos tenemos en el inconsciente arquetipos que nos acompañan y que cuando conectamos con ellos inmediatamente viene a nuestra conciencia y a nuestro presente esta información. Es decir que en lugar de acudir al tema del asesinato y la muerte de un ser querido, que tal si nos vamos a través de una imagen a comprender que la muerte no es real, que uno no sólo se relaciona con un cuerpo sino que hay algo mas allá, por ejemplo en la novela Como agua para chocolate yo siempre les decía que no es realismo mágico que la madre se le aparecía a Tita, cualquiera que ha tenido una madre castradora se le va a aparecer toda la vida hasta que la confronte y eso es lo que Tita hace , ella dice: “la odio, la odie, la odio” y entonces se desaparece la madre. Ahora voy más allá , en mí última novela que se llama El Diario de Tita hay toda una re valoración de la madre y una reconciliación que es muy bella porque en este libro salen veinte años escondidos de Como Agua para Chocolate, entonces es volver a trabajar estos símbolos y estas imágenes y lo que ellas representan.

¿Son entonces sus libros fragmentos que se unen en un todo?

Ahora me invitaron a la Feria por el libro A Lupita le gustaba planchar, pero hay un libro nuevo que es El Diario de Tita que es parte de una trilogía que culminará el año entrante con la última parte y este es la segunda parte.

La cocina ha estado siempre presente en su obra y el tema de la mujer también, paradójicamente en el mundo contemporáneo los principales chef son hombres, tengo una amiga que es chef venezolana (Elena Ibarra) que dice que algunos hombres se hacen chef porque necesitan matar a la madre.

jajajajajjajajajajaj …
Por lo general los chef que se lanzan a nivel profesional lo hacen para ganar dinero, no es para dar bienestar ni para transmitir amor, lo hacen muy bien, pero ya es otro sentido. Los programas de Chef aquí en Estados Unidos, todos son de concursos, para diferenciarse, para cocinar lo más rápido, en cambio la cocina por mujeres y en nuestros países es todo lo contrario, no importa el tiempo y donde se quiere llegar es a una nutrición espiritual y siempre hay una memoria y no importa si una cocinera es mejor que otra, porque al final, se busca la recuperación de toda una tradición para seguirla continuando. Así todo se integra, todo se distribuye, todo se da y hay una generosidad y un amor en una energía siempre circulando y manifestándose. Eso tiene que ver con lo sagrado femenino.

Usted en sus personajes le da espacio público a muchas mujeres anónimas y anti heroínas como la que presenta en su libro de Lupita

Para mi son heroínas estas mujeres que trabajan desde la intimidad, en unos actos que aparentemente hoy no tienen sentido en un mundo dominado por la producción, el consumo, donde el tiempo es dinero, donde todo lo tenemos que hacer rápido para sobrevivir, aplastando a los demás. Así surgen estas mujeres que han sido violentadas, no tomadas en cuenta, que día a día están llevando su lucha personal instaladas desde la resistencia. Para mi Lupita es un personaje que quiero mucho, porque en toda ella está el arquetipo femenino, sagrado y es un espejo para muchas mujeres que me dicen “Yo soy Lupita” y para mí ese es el mejor halago.

Es un tema que va más allá del género y tiene que ver con toda la reivindicación de lo femenino.

Como agua para chocolate (1989)
La ley del amor (1995)
Íntimas suculencias (1998)

Estrellita marinera (1999)
El libro de las emociones (2000)
Tan veloz como el deseo (2001)