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El primer paso hacia una convivencia justa de negros y blancos se dio a las afueras de Key Biscayne, en Virginia Key

Por Pedro Media León.

Los vecinos de Key Biscayne recibieron con estupor la noticia de que el Ultra Music Festival de 2019, se realizaría a las afuera de la isla, en Virginia Key, durante las noches del 29 al 31 de marzo. Esta fiesta icónica en Miami se venía celebrando en el Bayfront Park, pero su crecimiento multitudinario obligó a trasladarla debido al desorden insostenible que ocasionaba en el Downtown. Fueron varias las opciones, aunque encontrarle cierto provecho a ese territorio olvidado e indiferente que es Virginia Key, el cual se asume parte de Key Biscayne y no lo es, resultó la mejor.

Miami se fundó en 1896 y de inmediato atrajo a inversionistas y empresarios, es el caso de George E. Merrick y Carl Fisher que sacaron adelante sus proyectos de Real Estate gracias a la mano de obra barata de los afroamericanos. Si bien la raza negra representaba cerca del 40% de la población, en su mayoría de las Bahamas y el Caribe distribuidos en los barrios de Coconut Grove, Lemon City —hoy Little Haiti— y Colored Town —hoy Overtown—, aquellos años llenan el recuerdo de una de las peores épocas de segregación racial. Recién hacia 1920, en que Miami alcanzó a ser la segunda geografía con más inmigrantes negros en Estados Unidos, los periódicos The Miami Metropolis The Miami Times —primer diario afroamericano— con el apoyo de la National Association for the Advancement of Colored People —NAACP— abogaron abiértamente por la igualdad, pidiendo que se les concediera el disfrute de playas y parques ya que solo podían ocupar espacios cerrados: casas, trabajos, iglesias y bares. El debate resultó largo, de idas y vueltas, y cuando George E. Merrick asumió la dirección del Miami Dade Planning Board en 1937, retomó una idea que había sido discutida anteriormente sin llegar a buen puerto: asignarle Virginia Key exclusivamente a los afroamericanos.

Foto: Joe Raedle – Getty Images

A pesar de que Carl Fisher les dio acceso a una limitada porción de litoral en Miami Beach mientras los empleaba en su construcción, el primer gran hito en la batalla por el uso de zonas públicas para los afroamericanos fue en 1921, pues se les permitió utilizar el parque en su barrio Colored Town, y que ahí mismo, en Labor Day, organizaran un BBQ en las parrillas. Sin embargo, fue después de la Segunda Guerra Mundial cuando los militares negros regresaron de jugarse la vida por esta nación combatiendo al antisemitismo Nazi, que las diferencias se tensaron y se les otorgó Virginia Key, cuyo destino, entre propuestas de un aeropuerto y planes turísticos, llevaba sobre el tablero no menos de una década. 

En 1947 se edificó el puente Crandon Boulevard que conecta a Virginia Key con la ciudad de Miami —tanto ella y Key Biscayne solo eran accesibles por mar—, y los fines de semana no había un solo espacio disponible en el parking lot, Martin Luther King Jr y Cassius Clay eran habituales; y Nat King Kole y James Brown y otros artistas en su estancia por Miami ofrecían espectáculos allí. El esplendor del que gozó Virginia Key hizo que se convirtiera en la playa más popular del país para los afroamericanos, y además, hasta la década del sesenta en que las prohibiciones concluyeron, se constituyó como uno de los principales referentes en favor de los derechos civiles.

Recientemente los medios anunciaron que el Ultra Music Festival se hará de nuevo en el Bayfront Park, así que los vecinos de Key Biscayne seguirán disfrutando de su habitual sosiego y Virginia Key volverá a su habitual anonimato.

Pedro Medina León
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Escritor y conferencista

Columnista en The Wynwood Times:
Miami Pop Tour