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Por Mariana Altunez.

¿Qué clase de novela habríamos de esperar los ávidos lectores del género del terror de una autoría compartida entre un magister en literatura, y un doctor en sexo y familia en la ficción vampírica moderna de Estados Unidos?.

Sarah Lotz y Louis Greenberg, respectivamente, han co-escrito cinco novelas de terror psicológico, bajo el pseudónimo de S.L. Grey, que han tenido un éxito bastante aceptable. La obra que me trae hasta ustedes hoy es El Apartamento Olvidado, publicada en el año 2016.

La experiencia que vivieron Mark y Steph

Nuestra historia se reparte en dos escenarios muy particulares. Originalmente de Sudáfrica, Mark y Steph se presentan como un matrimonio cuyas bases han sufrido sacudidas irreparables. El esposo y jefe de familia es un profesor de literatura en la Universidad de Cape Town, mal pagado y con una devastadora historia familiar previa cuyo recuerdo lo sorprende desbocado noche tras noche. Steph, al contrario, es una joven que trabajó en esa misma facultad con aspiraciones de convertirse en escritora en un futuro, hasta que se enamoró del interesante profesor, muchos años mayor. Sin embargo, Steph decidió dejar su trabajo cuando supo que estaba a la espera de un bebé con Mark.

Vivieron felices en su casa en los suburbios sudafricanos, hasta que un buen día un grupo de hombres enmascarados irrumpió en ella de forma violenta. Los ultrajaron mientras Hayden, su hija, dormía en el cuarto de arriba. Allí comenzó su pesadilla. A pesar de que salieron físicamente ilesos, su estabilidad psicológica recibió un golpe muy duro. El miedo y la paranoia tomaron las riendas de su vida y ninguno volvió a ser el de antes.

Una noche, mientras disfrutaban de la visita de unos amigos cercanos, una de ellas sugirió que lo que necesitaban los esposos era alejarse por un tiempo, planificar un viaje juntos sin Hayden para reconectarse como pareja, y regresar a la escena del crimen con una visión más fresca y menos derrotista. Las finanzas y el control de cambio (lo sé, algo muy familiar para los venezolanos) no jugaban a su favor y era la razón de mayor peso para negarse al lujo de cambiar de escenario. Sin embargo, la sugerencia de tan peculiar amiga consistía en una página web que se especializaba en una especie de intercambio de casas. Solo debían encargarse de los pasajes que los llevarían hasta su destino y del dinero para sus gastos personales. Steph decidió registrarse y contactar a alguien que viviera en París —¿por qué no?— y que deseara hospedarse en su casa de Cape Town. Casi inmediatamente recibió la respuesta de una pareja con un modesto apartamento en la ciudad parisina que anhelaban viajar al continente africano. Los preparativos no tardaron en ponerse en movimiento. Steph se dedicó a limpiar la casa en profundidad, a llenar la nevera y la alacena con lo mejor que pudo conseguir para satisfacer a sus huéspedes desconocidos, y a hacer los arreglos pertinentes para que Hayden quedara en buenas manos durante su ausencia.

Recuerdo que hace muchos años, vi una película poco conocida de Roman Polanski titulada “El Inquilino”, ambientada en el París de los años sesenta. Desde que la vi, pensaba que la ciudad de las luces y el amor ha sido poco explotada en el género del terror; hasta que me topé con El Apartamento Olvidado.

Descubriendo los personajes de la novela y la trama

Mark y Steph pudieron perfectamente haber sido los personajes secundarios de esa película, pero esa es una historia para otro artículo. En lugar de unas vacaciones llenas de romance, reencuentro y placer, nuestros personajes intercambiaron su cómoda casa por el apartamento del horror francés. Desde efluvios sulfúricos, hasta bañeras mohosas, y conserjes suicidas, las escenas salidas de las pesadillas que se desarrollan en los días siguientes a su llegada al Charles De Gaulle, los mantendrán pasando las páginas hasta altas horas de la noche.

Me pareció poco factible que alguien que hubiera sufrido una invasión violenta a su hogar en el pasado reciente estuviera dispuesto a permitir que una pareja de extraños se quedara en su casa por varios días. Pero todos sabemos que en toda película de terror existe algún tonto inestable que sale al porche sin prender las luces cuando escucha un ruido inusual. Así se comportan Mark and Steph durante toda la novela. Sin embargo, los autores se las ingenian para que los lectores creemos una empatía indisoluble con ellos a lo largo de sus desaciertos. La historia de Mark, en especial, es una en la que cualquiera de nosotros sería capaz de perder la razón.

A pesar de alguna que otra incongruencia en la trama, El Apartamento Olvidado es una novela que comienza con un nivel de suspenso alto que logra mantenerse por un buen tiempo, y los eventos que llevan al desenlace de la historia son la mezcla perfecta de una narrativa propia del género de suspenso y las dificultades típicas de un matrimonio de recién casados que no se conocen tan bien como creían conocerse. Les confieso que, como resultado del encierro pandémico, me di a la tarea de visitar las páginas de intercambio de casas por vacaciones, y me resultaron bastante atractivas. ¿Por qué no considerarlo una opción una vez que abran los aeropuertos? Paris, anyone?   

Sobre los autores

Sarah Lotz es una escritora y guionista británica. Estudió Literatura en la Universidad de Cape Town, Sudáfrica. Escribe bajo varios pseudónimos. S.L. Grey es el que utiliza cuando co-escribe novelas de terror urbano junto a Louis Greenberg escritor sudafricano, experto en ficción vampírica norteamericana y doctorado en ficción apocalíptica post-religiosa.

Mariana Antúnez
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Postgrado en Literatura Latinoamericana. Traductora y lectora voraz.

Columnista en The Wynwood Times:
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