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Piaf en Miami

Jul 21, 2017 | Eventos de interés, Movida Cultural

por Rayma

La experiencia Piaf como la llama su escritor Leonardo Padrón va de la mano de la maravillosa voz de Mariaca Semprún y nos hace testigos de esta suerte de transformación kafkiana y musical con perfume parisino.

Ayer en su primera presentación, la comunidad venezolana llegó puntual a la cita, con una energía de complicidad y curiosidad por ver a la cantante, se llenó el teatro en pocos minutos y entre besos, selfies y abrazos se logró iniciar el musical con las palabras del director artístico del Colony, Michel Hausmann.

La vida de la Piaf no fue color de rosas, sino por el contrario una suerte de tragedias sucesivas que la acompañaron en su corta pero productiva vida .

Edith Giovanna Gassion, como se llamaba,  nació en plena calle debajo de una farola frente al número 72 de la calle de Belleville en París debido a que su madre no pudo llegar al hospital, su padre que era acróbata de circo la abandonó momentáneamente por una vida mas libre, la pobreza de un Paris deprimido la hicieron criarse en una casa de prostitución y hacerse camino como cantante entre la miseria de las calles. Se enamoró muchas veces, tuvo una hija que murió a los dos años, una artrosis galopante y muchos furtivos amantes interesados en conquistar fama y dinero no pudieron detener la magnitud de talento de este gorrión universal.

Ahora sí, el teatro apaga las luces y Mariaca entra en escena, pero ya no es ella, aparece desarticulada en sus movimientos y lenguaje corporal, como quien arrastra penas y artrosis, su pelo, el maquillaje, las manos, y la indumentaria la convierten en un desparpajo, visualmente nos hace dudar de la anciana aparición como la Piaf frente al micrófono , enciende la luz y canta Les amante du jour, y de una inexplicable manera nos atrapa sobre el escenario.

La banda toca sus melodías en vivo, la escenografía proyectada de época y la iluminación, facilita el viaje a la Francia de los años 40, durante la ocupación nazi, época en que la cantante cambia su nombre artístico de «La Môme Piaf» por el de «Edith Piaf» y continúa dando conciertos en mitad de la guerra. Ella interpreta canciones con un doble sentido , evoca la resistencia cuando interpreta Tu es partout en la que alude a la traición de uno de sus amantes. En este período tan difícil para todos los franceses, Piaf se erige como protectora de artistas judíos, perseguidos por las autoridades alemanas.

El repertorio de este musical en el Colony Theater de Lincoln Road, se pasea en aproximadamente 18 canciones donde se nos presenta una Mariaca incesante , decidida a expresar todo su talento y a devorarse al mundo, ya no sabemos si es ella o es la Piaf que entre escena y escena enamora y nos narra su infinita nostalgia con piezas como Padam, Padam, La Foule, Cést lámour, Mon dieu o Milord  contando la vida de este personaje lleno de amor y maltrato.

Este gorrión no solo canta con la voz sino con la mirada, recibe los aplausos y las luces como un sueño cotidiano , Mariaca nos deleita invocando al personaje que se ha tragado y expresa con su musicalidad una potencia desde sus entrañas deleitándonos por casi dos horas.

Es importante constatar que estamos frente a talento venezolano, made at home, sentimos que nace un esfuerzo creador en mitad de la nada, en el peor de los trances en que vive nuestro país  como las alcantarillas de Francia. Aquí se une un equipo para traer este musical a Miami y representarnos.

La Piaf, una sobreviviente como Mariaca, como todos los que buscamos un futuro mejor mostrando un gran talento para salir del oscurantismo que nos atrapa.

Non je ne regrette de rien  “No me arrepiento de nada”, decía la Piaf, entonces vayan a ver a este gorrión interpretada por una talentosa cantante venezolana.

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