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Una obra de Duncan Macmillan Dirigida por Michel Hausmann
Desde el 28 de junio

¿Qué haríamos para alegrar a nuestra madre y despertar sus deseos de seguir luchando? Una de las opciones del dramaturgo inglés Duncan Macmillan es crear una lista de todo aquello, grande o pequeño, que sea capaz de maravillar a cada uno de los sentidos de un individuo.

El montaje está a cargo de Michel Hausmann, quien propone una puesta en escena íntima de un texto agridulce que habla sobre la depresión materna y cómo éste hecho trastoca, silenciosa e invisiblemente, la vida de una persona desde la infancia hasta la adultez.

Erika de la Vega es quien conducirá al público, contará su historia, comparartirá la música que ha acompañado su vida, invitará a algunos miembros del público para que la ayuden a recrear momentos fundamentales y, por supuesto, creará una lista infinita de cosas, a partir de los sólidos recursos del guión y su propio encanto.  Desde allí, desde una genuina humildad y sencillez, invitará al espectador a reflexionar sobre sus zonas más oscuras y al mismo tiempo a alegrarse por las cosas más sencillas y maravillosas que tiene la vida, aquellas por las que vale la pena seguir viviendo.

1. Helado.

2. Peleas de agua.

3. Quedarse despierta después de la hora y poder ver la televisión.

4. El color amarillo.

5. Montañas rusas.

Ante el intento de suicidio de su madre, una niña de siete años comienza la lista de cosas por las que vale la pena vivir. El público se une al viaje de la niña hacia la adolescencia y la adultez, celebrando las alegrías y trascendiendo las dificultades que hacen que la vida sea realmente maravillosa. Esta pieza logra el delicado equilibrio entre la pérdida aleccionadora y la risa catártica, es una historia conmovedora y divertida.

Puras cosas maravillosas de Duncan MacMillan bajo la dirección de Michel Hausmann.

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