La pandemia del covid-19 no impidió que Disney lograra presentar a su guerrera Mulán y cumpliera su objetivo: Que iniciemos un viaje introspectivo para que encontremos nuestro verdadero reflejo.
Por Gretta Gil Anzola.
La historia ya la conocemos desde 1998, gracias a la versión animada que fue dirigida por Tony Bancroft y Barry Cook. Por eso, el mundo esperaba ansiosamente revivir el relato de la guerrera que salvó a China, una vez más.
El film de la directora neozelandesa Niki Caro se la juega, porque dejó atrás lo seguro, que era incluir las escenas musicales y al entrañable dragón Mushu, y decidió contar la leyenda de Mulán enfocándose en lo más importante: la valentía que tuvo esta joven cuando se unió al ejército imperial y así, enfrentar los estigmas sociales mientras encontraba su valor como mujer.
La nueva película de Mulán nos invita a cuestionarnos, a ser introspectivos, a preguntarnos si hemos honrado a nuestro niño interno que representa nuestra verdadera autenticidad como humanos.
Frecuentemente la sociedad suele crear etiquetas para tener a todas las personas encarriladas, para generar un “equilibrio”, pero esto solo ocasiona que se vaya enterrando la verdadera esencia de cada ser humano, solo por el hecho de ser mujer u hombre, al punto que se cuestionen las habilidades extraordinarias que pudieran desarrollar.
Una mujer no tradicional con valores ancestrales
“Loyal, brave and true. It is my duty to protect my family” (Leal, valiente y honesta, es mi deber proteger a mi familia), es la poderosa frase que se le escucha decir a la protagonista (Liu Yifei) por primera vez en el tráiler que publicó Disney hace ocho meses. Estas palabras se convirtieron en el credo sagrado de la joven guerrera a lo largo de la película.
Ella sabía que era diferente y debía traerle honor a su familia. Lo tradicional y esperado era que contrajera nupcias, pero sabemos que no encajaba en esos parámetros a pesar de que lo intentó.
Su padre es una figura importante, era un héroe de guerra y un ser amado por ella, por eso decide tomar su lugar en el reclutamiento de soldados y unirse al ejército imperial, aunque eso le pudiera costar la vida.
Si Mulán no podía honrar a su familia siendo una esposa, lo haría en el campo de batalla enfrentando a los hunos, glorificando los valores de un soldado chino.
Ese credo la acompañó durante esa travesía. También la ayudó a reconectar con su verdadero espíritu, que había sido reprimido por temor al rechazo y a las repercusiones sociales.
Mantener la convicción pese a la adversidad
El coronavirus golpeó ferozmente a la industria del entretenimiento, aplazó el estreno de Mulan (2020) dos veces, hasta que el presidente ejecutivo de Disney, Bob Chapek anunció que la versión de live-action se presentaría el 4 de septiembre en la plataforma de streaming Disney +.
Esta nueva apuesta demuestra que la compañía está dispuesta a crear películas con una voz madura y no irse por lo seguro, que era repetir el mismo hilo narrativo que presentaron hace 22 años en la adaptación animada.
Aunque fueron eliminadas las escenas musicales, la cantante Christina Aguilera regresó para interpretar una nueva adaptación de la canción “Reflection”, una versión madura y nostálgica que puede conmover a más de uno, y “Loyal, Brave, True”, la pieza principal del soundtrack de la película.
La versión de live-action mantuvo el corazón de la historia, que era revelar quién era realmente Mulan, que también sirvió para honrar la leyenda china que ha sido la fuente de inspiración para ambas películas.
Acá tenemos la oportunidad de conocer de cerca los estragos personales que sufre la joven mujer, produciendo mayor empatía con el personaje y comprendiendo el miedo que siente a lo largo de la película.
El público que creció con la versión animada de Mulán, se llevó el mensaje que ser diferente era bueno, ahora este film les muestra que hay que ser valientes para mostrar el verdadero reflejo sin importar las repercusiones.
Por eso, “yo creo en Mulán”, porque la nueva versión buscó renovar su voto más sagrado: la autenticidad.
Periodista entusiasta y practicante de yoga.
Columnista en The Wynwood Times:
La nómada relata